A un día de la segunda edición de las Finales de Copa Davis, repartida este año en tres ciudades europeas (Innsbruck, Madrid y Turín), los propietarios de los derechos del torneo, la empresa Kosmos liderada por el futbolista Gerard Piqué, tendrían un acuerdo con los Emiratos Árabes para llevar la competición a Medio Oriente.
Así lo detalló The Telegraph, donde se reveló que el jugador del Barcelona tendría todo arreglado para que Abu Dhabi sea la sede de la competición mundial por equipos más tradicional del tenis, por cinco años.
Si bien, este contrato traería beneficios económicos para todos los involucrados: Jugadores, federaciones, ITF y Kosmos, este cambio no encaja con la tradición de la competición, que antiguamente destacaba por su carácter de jugarse como local o visita siempre, bajo distintas condiciones tanto geográficas como de superficie, además del color que entregaban siempre los aficionados.
El temor es que, al igual que en Madrid en 2019, evento que fue salvado por la presencia de Rafael Nadal en el equipo anfitrión y a la postre campeón, el formato tenga tribunas vacías, e incluso menos espectadores que en su edición inaugural, dado el largo viaje que prácticamente todos los fanáticos de las naciones participantes tendrán que hacer para llegar a Medio Oriente a apoyar a sus equipos, sumado al alto precio de pasajes aéreos y hospitalidad.
Sumado a ese temor, está la presencia de un fuerte competidor en la ATP Cup en Australia, la cual, apoyada por el fanatismo de los locales por el tenis, repletó en gran parte los estadios en 2020, siendo un gran éxito. Han existido rumores de una posible unión entre ambos eventos, no obstante, los intereses tanto de ATP por una parte, como de Kosmos e ITF por otra, parecieran diferir.
Cabe recordar que en Agosto de 2018, la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus siglas en inglés), le entregó los derechos organizativos de la Copa Davis, su principal activo, al grupo Kosmos, encabezado por Gerard Piqué, a cambio de un pago de tres mil millones de dólares por 25 años. De momento, las palabras del histórico Yannick Noah, ese año capitán del equipo francés, siguen resonando fuerte: "Son una vergüenza, todos los jugadores, líderes y medios que acaban de vender el alma de la Copa Davis", declaró una vez concretada la operación.
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