Ya en su tercera temporada como equipo, el español Juan Ozón devolvió a Nicolás Jarry al lugar del cual nunca debió salir: El Top 100. El coach de 43 años conversó con Séptimo Game luego de aterrizar en Santiago para el Chile Open, luego de la semifinal alcanzada por el flamante número uno del país en el ATP 500 de Río de Janeiro, acerca del trabajo realizado, y de la forma en la que han afrontado este buen momento.
¿Por qué crees que Nicolás se siente tan cómodo a nivel del mar?
Siento que cada jugador tiene ciertas condiciones en las que se siente más cómodo. Pero si recuerdas bien, ya había hecho semifinales en Río, y fue campeón de dobles en 2019. Puede jugar bien en diferentes condiciones, y todo pasa por que esté confiado, ordenado en su patrón de juego, que pueda jugar de fondo y que esté sacando bien. Para mí, puede llegar a competir en muchas superficies de buena forma, y en diferentes situaciones climatológicas y geográficas. Claro que hay condiciones que se le dan mejor, pero estoy convencido de puede rendir en muchas de las situaciones y circunstancias que hay. Altura, menos altura, humedad, más pesado, menos pesado.
Se ha visto que Nico está jugando con más top spin. Se le nota en el drive. ¿Algo cambió? De fondo de cancha se ve que controla más sus tiros, y sus winners están siendo con algo más de margen.
Él siempre ha tenido la capacidad de mover la mano, y hacer lo que quiere con la pelota, pero ha ganado un orden y un patrón de juego. Al final, Nico tiene buen revés, en el cual ha de ser penetrante, incisivo, y tener buenos cambios, pero ha de jugar al final un 75% de derecha. Está jugando mucho más ordenado, cuando está fuera de la cancha, busca estas vueltas que hacen que el rival no pueda entrar, tirarlo para atrás, y cuando está más delante, es una bola de mantenimiento alta, que consta de acelerar bien. Una vez que acelera, puede abrir ángulos, cambiar aperturas y buscar diferentes profundidades. Esto entra con todo lo que puede hacer con la bola, especialmente con la derecha, de diferentes alturas, velocidades y todo esto, es tener más claro el patrón de juego, estar más ordenado y con más tranquilidad mental para trabajar sobre una bola a velocidad crucero más estable.
Su velocidad media, sin hacer mucha fuerza, es altísima. Y ahora que le dio orden, se ve que varía los ángulos, va cambiando.
Cada vez se nota más dominador, y cada vez tiene más tranquilidad mental para escoger qué juego, qué tiro hacer. Antes íbamos a un solo piñón, que tenía que ver con el estado mental de ansiedad con el que jugaba, y ahora está más ordenado, más tranquilo, y puede ordenar su juego.
Esa tranquilidad que comentas... ¿Qué cambió para lograr ello?
El trabajo que venimos haciendo desde febrero de 2021 es en esta misma línea. Ha ido aprendiendo y mejorando algunos aspectos, sintiéndose más cómodo, confiando más. Ha hecho una muy buena temporada en lo físico con Toni Estalella, que le ha hecho ver, y le hemos demostrado que tiene muchas herramientas en lo físico y mental para hacer frente a retos. Hicimos mano a mano una muy buena pretemporada en la que buscamos una velocidad de crucero y una estabilidad a un ritmo de bola que era más que suficiente. Con los dos años trabajados ha aprendido cosas que ahora se han visto reflejadas en su juego. Está más en el presente, y eso significa que tengamos menos expectativas futuras y recuerdos pasados.
Que finalmente te ponen presión.
Claro, pero es donde te manda la cabeza, por estrés por tensión. Cuando estás en el presente, fluyes. Estás mucho más conectado, y sabes lo que haces. Las decisiones son mejores. Y ahora, estamos empezando a manejar mejor esto. Y él se va creyendo cada vez más fuerte, porque está en el presente, que te da la tranquilidad en el momento, donde controlo lo que puedo controlar.
¿Te sorprendió la forma en la que afrontó el partido contra Alcaraz? - Es un jugador distinto al resto, con una capacidad física diferente. En esos dos primeros sets, jugó punto a punto con él...
No me sorprendió para nada. Antes de empezar con Nico, estuvimos un mes y medio para trabajar, y me miré gran parte de sus mejores partidos, como también de sus peores.
Como contra Cilic en Shanghai, Zverev en Barcelona...
Muchos partidos. Y partidos malos, y todo esto. Entonces, en los momentos de genialidad, momentos buenos, en los que fluía, yo creía que con un mindset, con una mentalidad, un trabajo a nivel técnico y táctico mucho más estable, tarde o temprano lo encontrará. Y lo hizo. Y eso dice que si él está, si va a buscarlo con humildad, identidad y trabajo, puede jugar contra todo el mundo, porque tiene un juego muy destructivo. Para nadie es cómodo jugar contra él. Ahora, para nosotros, llegar a este plan de juego, y estar siempre así, habrán momentos en los que le puede ganar a todos los jugadores buenos. Ahora, hay que mantener esto, que es lo difícil. Ahí está el click de la cuestión. Hace poco hablaba con Guille (Gómez) sobre Barrios. A mí me encanta Tomás, como juega, y creo que tiene mucho potencial. Se jugó un partido aquí, donde hubo un momento donde le pasó encima al otro (Juan Manuel Cerúndolo), pero pasaron dos o tres cosas, desconectó 45 minutos, y luego volvió a conectar. ¿Qué quiere decir eso? - Es un tema mental. Es un tema mental cuando tienes el juego, que en el caso de Nico, tiene mucho juego, tiene mucha capacidad para destruir en su juego, dentro de algo que no le cause mucho estrés, dentro de la construcción del juego, dentro del jugar, del competir. Si él juega y compite, ¿qué pasa? - Él es muy amenazante con sus tiros, pero si empieza a devolver bien, la presión cambia mucho. Y ese cambio es el que intentamos buscar para que pueda competir cara a cara con cualquiera, en cada minuto del partido y en cada superficie.
Por velocidad, Nico no se queda ante ningún jugador...
No, no, no.
Ahora, pasamos de un Río de Janeiro muy bueno, a un Santiago. ¿Cómo manejan eso? - Está en casa, con su familia. Hay un factor externo. No es un torneo como el resto...
No es fácil manejar Santiago. Venimos desde Río, de hacer un buen resultado, de tener un nivel de juego alto, a venir a un torneo en casa, con factores externos, distracciones externas, que son positivas, pero distracciones en fin. Ahora que hemos venido bien, muchos halagos externos...
Nico no es de esos que se va. Es muy de los pies en la tierra.
Sí, pero eso también debilita. Hay que hacer un extra para estar en el lugar. Aparte, viene cansado, porque jugó muchos partidos, porque veníamos de la Qualy. A nivel de nervios, el ir ganando partidos genera un desgaste, y aquí la situación es diferente. No hemos tenido mucho tiempo para prepararlo, y jugamos ante un adversario muy duro. Entonces, lo primero que hemos hecho es intentar recuperar lo máximo posible teniendo sesiones de tarde. La de ayer conmigo, y la de hoy junto a Tomi (Barrios). Estar sin gente alrededor para estar en contacto con el entrenamiento, intentar no dar tanta bola a la prensa, a los medios externos, y sobre todo, seguir en el presente, con la humildad y el trabajo de que no hemos hecho nada. Mañana tenemos que hacer frente a una situación, a un jugador diferente, y con esto, ahora, cuando cenas con familia, te nutres de la gente que quieres, pero en los días de competición, él intentará estar muy en el foco, y sobre todo rendir al máximo de sus posibilidades en el partido contra Varillas, y en el otro, y en el que sea.
Y finalmente, en cuanto a calendario, ¿Qué tienen planeado hacer?
Después de Santiago, haríamos un Challenger también en Santiago, pero veremos cómo calculamos la ruta a partir de aquí. Si nos llega a ir bien esta semana, anularemos el Challenger, ya que acumula Copa Davis, Buenos Aires, Río, Santiago, y venía de Australia, y de una preparación física también en Barcelona. Veremos si jugamos el Challenger de Santiago o no. Después vendrían los ATP de Europa. Marrakech, Estoril, ahí miraremos cómo confeccionamos el itinerario. La idea es jugar lo más posible en torneos ATP de la gira europea.
Foto: Matías Alarcón / Séptimo Game
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