Un 31 de mayo de 1958, Luis Ayala saltó a la cancha central de Roland Garros para disputar la final de los Campeonatos de Francia. El nacido en Santiago hizo historia en París al convertirse en el primer sudamericano en llegar a la definición en un torneo de Grand Slam, donde cayó ante el australiano Mervyn Rose.
El tenista formado en el Club Santiago, a un costado del Parque O'Higgins, llevaba ya varias temporadas destacando como uno de los mejores 20 jugadores del mundo, y en Roland Garros ya había acumulado dos cuartas rondas: En 1955 y 1956, donde también ganó el cuadro de dobles mixtos. Ya con 25 años, el nacional llegaba a Francia con una vasta trayectoria y como el quinto cabeza de serie del torneo.
En ese entonces, el tenis mundial estaba completamente dominado por los tenistas australianos, entrenados de forma rigurosa por el mítico Harry Hopman, y una prueba de ello era que los tres primeros sembrados del cuadro eran de aquella nacionalidad: Ashley Cooper, Neale Fraser y Mervyn Rose, en ese orden.
'Lucho' tenía un buen cuadro para intentar olvidar la decepción sufrida el año anterior, donde cayó en la tercera ronda ante el mexicano Francisco Contreras. Y su estreno, ante el austriaco Ladislav Legenstein fue más que auspicioso: Un 6-0 6-2 y 6-4 contundente. En segunda ronda, sufrió más de la cuenta para derrotar al indio Ramanathan Krishnan por 6-1 6-3 4-6 4-6 y 6-3, pero una vez más jugó un buen tenis para vencer al italiano Antonio Maggi en tercera ronda.
En la ronda de los 16 mejores, una que nunca había podido superar en París, venció a su gran amigo y eterno rival, el italiano Nicola Pietrangeli, por 6-2 6-1 6-8 y 6-1, y jugó otro gran partido en Cuartos de Final para superar al local Robert Haillet por 6-0 7-5 y 6-4.
La mítica semifinal ante Cooper
En su primera semifinal de Grand Slam, Ayala debió enfrentar al primer preclasificado y vigente campeón de Wimbledon y Australia, Ashley Cooper, catalogado como el mejor jugador del mundo en ese entonces. Y aquel encuentro fue una batalla de aquellas.
Cinco mil personas repletaron el Stade Roland Garros, hoy denominado como Philippe Chatrier. El primer set fue una dura batalla. En ese tiempo no existían los tiebreaks, por lo que un set estilo Isner vs Mahut era perfectamente factible en cualquiera de los cinco parciales. Debieron jugarse veinte games para definir a quién tomaría la ventaja inicial, que el australiano se apropiaría por 11-9. El duelo seguía siendo un duro encuentro, pero Cooper estiró su ventaja llevándose la segunda manga por 6-4.
Lucho Ayala debía jugarse el todo o nada. El santiaguino rememora aquel momento en el libro En cinco sets de Juan Carlos Cappello: “Francamente, no me quedaba otra. Estaba jugando bien aún perdiendo esos dos primeros sets. (…) Al comenzar ese tercer set, estoy seguro de que los expertos ya habían escrito sus columnas explicando mi derrota”.
El tercer set vio al chileno mostrar ese espíritu de lucha tan característico del tenis sudamericano, ganando el tercer parcial por 6-4. Game on. La cuarta manga pese a ser más holgada en favor de Ayala, por testimonio propio del protagonista recuerda que había sido igual de pareja que todo el partido. No obstante, el 6-2 significaba que el finalista de Roland Garros se definiría en un quinto y definitivo set.
La tarea era más atractiva aún para Ayala, sabiendo que ningún varón sudamericano había llegado a la final de un Grand Slam. Solo Anita Lizana, sobrina de uno de sus formadores, Aurelio Lizana, era la única jugadora de esta parte del mundo en alcanzar una definición, ganando el US Open 21 años antes. La paridad del partido se rompió cuando el chileno quebró rápidamente en el quinto set, llegando a tener match point en 5-3 con el saque de Cooper. El oceánico quebró el servicio del nacional y se colocó 5-5. El pase a la final llegaba a un punto de muchísima tensión. Ayala logró romper el servicio para disponerse a servir por el encuentro una vez más, y no fallaría. 9-11 4-6 6-4 6-2 y 7-5 fue el marcador final del partido.
Aquel triunfo ante Cooper, ha sido hasta este momento la primera y única ocasión en la que un tenista chileno superó al primer cabeza de serie de un torneo de Grand Slam. El triunfo de Ayala en Roland Garros se agiganta aún más, dado que en aquel 1958, el australiano ganó todos los Grand Slam restantes: Australia, Wimbledon y Forest Hills, y solo esa derrota ante el chileno quedó como una mancha en su currículum.
Una final con sinsabores
Lucho Ayala caería en la final ante Mervyn Rose en tres sets por 6-3 6-4 y 6-4, lo que no empañaría la gran performance del chileno en el torneo. Nunca antes un tenista chileno había pasado de los Octavos de Final en este Grand Slam.
En la Revista Estadio, declararon en su crónica de la época que "tenemos que considerar que es una superioridad incuestionable. En este tipo de duelos deportivos, influyen muchas cosas. No solo pesan en su solución las aptitudes deportivas de los contendores, sobre todo si se trata de tenis. Y el australiano parece haber logrado un efecto psicológico sobre nuestro muchacho. Solo así se explica que, sin jugar mal, Ayala no haya logrado alcanzar en este partido su mejor rendimiento".
El nacional alcanzaría en 1960 una nueva final en París, y hasta hoy, con 28 triunfos, es el chileno con más victorias en Roland Garros. En sus nueve participaciones en París, 'Lucho' nunca perdió en la primera ronda.
Foto: Historia del Tenis Chileno 1882 - 2006
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