En una definición no apta para cardíacos, Nicolás Jarry (24°) sacó todo su temple y consiguió, tras dos horas y 44 minutos de batalla, derrotar por parciales de 6-3 6-7(4) y 6-3 al estadounidense Tommy Paul (16°), para así acceder a la FINAL del Masters 1000 de Roma, instancia a la que un tenista chileno no llegaba desde hace 17 años.
Ambos tenistas dieron flashes de que podría ser un gran partido, jugando de forma agresiva en el arranque del partido, con muchísima intensidad y estando firmes para conservar sus juegos de servicio. El plan de Jarry, sin embargo, comenzó a dar frutos en el octavo game, donde empezó a atacar a Paul con bolas profundas para que el norteamericano devolviera corto, y así intentar cerrar el punto con un winner o una aproximación a la red. De esta manera, quebró y sentenció el primer capítulo de gran forma.
Tras levantar dos break points de entrada en el segundo set, Jarry logró un tremendo rompimiento en el quinto juego, y todo parecía que iba viento en popa. Sin embargo, una serie de errores en el octavo game hicieron que Paul volviera a entrar en la pelea, equiparando las acciones gracias a una excelente lectura de los tiros del chileno, quitándole tiempo con su devolución de servicio, y así forzar un tiebreak.
En el desempate, Paul estuvo muchísimo más certero, con esa velocidad de reacción que lo caracteriza, y una regularidad que descolocó a un Jarry que arrancó 4-0 abajo. Si bien, el chileno pudo recuperar uno de los miniquiebres, sus propios fallos hicieron que el estadounidense consiguiera enviar el encuentro a un tercer y definitivo set.
La tensión en el Foro Itálico era palpable, y los nervios de este partido eran evidentes en los jugadores: Paul levantó un break point en el cuarto game, y Jarry hizo lo propio en el quinto. El chileno, no obstante, no desaprovechó su oportunidad en el sexto juego, y consiguió un quiebre que a la postre sería crucial.
Al momento de cerrar el partido, Jarry parecía que se aproximaba a pasos agigantados a la línea de meta, llegando a disponer de un triple match point, pero Paul nunca bajó los brazos, salvando las tres oportunidades, y con un chileno que no pudo sentenciar el duelo en su cuarta chance, con una volea que apenas se quedó en la red. El estadounidense presionó y presionó, forzando dos break points que Jarry salvó con valientes tiros, y finalmente, tras un noveno game de casi 13 minutos, se quedó con una ardua batalla.
Así, Nicolás Jarry se instala en la final más importante de su carrera hasta ahora, quedándose con 650 puntos ATP que lo harán escalar al puesto 17 del mundo, la mejor ubicación de su carrera, e igualando a Cristian Garin como el sexto tenista mejor rankeado de Chile en su historia.
En busca de un título en la categoría, que le es esquivo a Chile desde Hamburgo 1999, Jarry enfrentará este domingo al alemán Alexander Zverev (5°), verdugo de Alejandro Tabilo en semifinales, y con quien tiene un historial negativo de cuatro derrotas y dos triunfos. El historial en arcilla, sin embargo, está igualado a dos victorias por lado.
Foto: Andreas Solaro / AFP
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