Los detalles para la realización del Australian Open 2022 ya están saliendo a la luz. Luego de un polémico torneo en 2021, donde los jugadores estuvieron realizando una cuarentena de dos semanas, solo saliendo a entrenar, y con contactos estrechos de casos positivos debiendo estar aislados de manera estricta, en la temporada que viene, los tenistas se encuentran con un requisito obligatorio: Cumplir con el esquema de vacunación.
El estado de Victoria, donde se encuentra Melbourne, la ciudad en la que se realiza el primer Grand Slam de la temporada, exigiría a los tenistas participantes del torneo una prueba de vacunación para poder competir, según el periódico australiano The Age.
Uno de los jugadores que se ha mostrado contrario a recibir una vacuna es Novak Djokovic, el número uno del mundo y que ha ganado las últimas tres ediciones del torneo en Melbourne. El serbio, ha indicado su posición contraria a la inoculación en numerosas ocasiones, e incluso comentando que podría perderse torneos si no se respeta su postura.
'Nole', de esta forma, podría ver truncado su objetivo de convertirse en el máximo ganador de torneos de Grand Slam con 21 títulos, récord que de momento comparte junto a Roger Federer y Rafael Nadal, con veinte trofeos cada uno. El balcánico ganó tres de los cuatro títulos de Grand Slam en 2021, empatando aquel registro, pero quedando corto en el US Open tras caer en la final ante Daniil Medvedev.
El presidente de Tennis Australia y director del Australian Open, Craig Tiley, negoció con el Gobierno de Victoria la posibilidad de garantizar excepciones para el torneo en relación a la vacunación, pero se encontró con una fuerte negativa, por lo que los jugadores que no reciban sus vacunas, no podrían arribar a suelo oceánico para el inicio de la temporada.
Djokovic no es el único tenista top en tener una postura contraria a la inoculación: Stefanos Tsitsipas también causó polémica tras sus dichos, lo cual incluso llevó a una respuesta oficial de parte del gobierno griego. La ATP estima que un 50% del circuito se ha vacunado, mientras que la WTA, un 60%.