Àlex Corretja es uno de los personajes más importantes del tenis en Hispanoamérica en los últimos 25 años. Uno de los precursores de la Armada Española junto a Moyá, Costa, Berasategui y Bruguera, y junto con Gustavo Kuerten y David Nalbandián son los únicos de este lado del mundo en quedarse con el Torneo de Maestros. Ex 2 del mundo, campeón de Indian Wells y Roma, donde venció a Marcelo Ríos. Hoy comentarista de Eurosport y TVE, además de tener un podcast de tenis junto a Javier Frana, el catalán accede a una conversación con Séptimo Game para hablar de todo relacionado al tenis y el momento actual debido al parón obligado por el COVID-19.
“Estamos encerrados todavía y nos queda mucho. Llevamos 25 días en casa y la previsión es de por lo menos 15 más. De momento hay mucha paciencia, todavía la cosa no está bien y luego hay que ver la readaptación. No creo que podamos salir a la calle como si no hubiera pasado nada”, relata.
Durante estos días el español se ha mantenido activo realizando lives en su Instagram realizando actividad física: “Es una forma de mantenerte activo. Estoy en casa con mi pareja, nuestra hija pequeña, con el hijo de mi pareja, y mis hijas también vienen. Estamos ocupados, pero intentamos que la gente que nos sigue, y como nosotros hacemos deporte, hay que intentarlo compartir. Es una manera de que la gente se pueda enganchar. Hay mucha gente en casa que sin material, sin un gimnasio, no sabe que hacer. Esto les ayuda a mantenerse en forma, sudar, airearse y a no pensar en lo que está pasando, aunque somos muy conscientes de la situación. Es una manera de estar juntos y compartir. La gente me lo agradece y eso me hace feliz”.
Corretja también revela cómo nació la idea de un podcast de tenis junto a Javier Frana: “Con Javier somos amigos desde hace mucho tiempo, pero no teníamos mucho contacto. En septiembre me llega un mensaje de un número argentino y yo hablo el Whatsapp, y veo que es Frana, que me saluda y me dice que quiere hablar conmigo y proponerme hacer un podcast, donde podríamos hablar de tenis y explicar muchas cosas, a lo mejor situaciones que hemos vivido, pero que lo hiciéramos nosotros para expresar libremente lo que sentimos. Me pareció una buena idea, yo tengo muchas cosas al día de hoy, pero podríamos hacerlo. Por diferentes motivos no pudimos empezar en septiembre, entre otras cosas por mi culpa, porque no tenía un micrófono para hablar por Skype. Es simplemente charlar, lo bonito es hablar con la gente, comunicarse”.
Respecto a la decisión de Roland Garros, torneo donde fue finalista en 1998 y 2001, de reagendar su fecha para septiembre, comenta que “creo que fue una decisión a la desesperada. Empezaron a ver que iba a ser imposible competir en junio, y creo que ellos llegaron a la conclusión que para ponerse de acuerdo con ATP, ITF y WTA iba a ser casi imposible, decidieron tomar una decisión unilateral en la que propusieron una fecha, en mi opinión, creo que han pensado ‘el que pueda jugar, que juegue’. Al final son decisiones que hay que tomar, no tomar una decisión sería erróneo. Prefiero que hayan buscado una opción de jugar en vez de cancelarlo. No es la mejor fecha, seguro. Cuando acabe todo esto, nada va a ser ideal. Este año va a ser de adaptarse como pueda y jugar la mayor cantidad de torneos si es que hay. Quizá no es la mejor decisión, pero les entiendo. Para mí es mejor eso que no se juegue hasta 2021 “.
“Es complicado, porque hasta que no estás dentro no sabes cuál es la opinión de ATP o ITF. Estoy de acuerdo que los que más van a sufrir son los que están más allá del puesto 100, porque generan pocos recursos. Tienen que seguir pagando a sus entrenadores, y muchos son jugadores que juegan interclubes, contratos tienen muy pocos. Para ellos será muy difícil. En la medida de lo posible, si los circuitos se reanudaran, que agruparan más torneos en la misma semana. Si hay dos torneos, pues que permitieran a lo mejor tres ATP. Por ejemplo, si no se ha jugado Munich o Barcelona, y hay una semana después de Roland Garros donde se pueda jugar, que se jueguen. Eso le daría la posibilidad a muchos jugadores que no han podido competir en esos niveles y que recuperen algo de dinero. Hay que buscar lugares donde se pueda jugar. Si le pides a Munich que se juegue en noviembre al aire libre, no se va a poder”, añade ante los problemas de financiamiento que tendrá la mayoría de jugadores bajo el Top 100.
“Estuve a dos o tres partidos de ser número uno”
Respecto a su carrera tenística, Corretja responde con un rotundo sí a la pregunta sobre si su mejor triunfo fue sobre Sampras en el Masters de Hannover. “He sido un privilegiado en el mundo del tenis y he dado todo. Pero mi gran título es el Masters. Está por lejos ese partido porque yo no soy Nadal o Djokovic, que tienen muchos Grand Slams y pueden preferir cualquiera de esos torneos. En ese sentido mi gran título es el Masters. Podemos poner también la Copa Davis porque era por el país, pero para mí fue un sueño hecho realidad ganarle a Sampras, que era número uno, bajo techo y había perdido con él dos años antes en el US Open con match point a favor. Y en la final, dos sets abajo contra Charly (Moyá), con el que había perdido la final de Roland Garros. Sin lugar a dudas es mi mejor éxito. La constancia y la consistencia también, ganar Indian Wells fue muy grande para mí, Roma, las finales de Roland Garros, es lo que me ha ido llenando. Si tuviera Roland Garros y el Masters no sabría qué contestar, pero como no lo tengo la respuesta es el Masters y ya está (risas)”.
El ex 2 del mundo también aborda la diferencia de nivel entre los jugadores top: “Cuando estás en esos niveles los detalles marcan las diferencias. Recuerdo que entrenaba muy duro para ser lo mejor que podía ser, pero llegó un momento que trabajé muy fuerte físicamente para aguantar la temporada y ser muy regular. Yo no tenía un gran golpe ganador, una derecha explosiva, era un trabajador. Me faltaba potencia, por eso me gustaba jugar en lugares donde la pelota fuera bastante rápida, como Gstaad o Kitzbuhel. Yo jugaba más con el efecto, cuando picaba más alto, mejor. Cuando jugaba con Kafelnikov que se me metía en la línea me amargaba la vida, porque no le hacía nada de daño. Cuando estás esos niveles, tienes que mejorar en detalles. Yo mejoré más mi saque, me dediqué a mejorar mi devolución, para mí era importante restar bien. Intentar ser una roca de fondo, y que el rival supiera que yo le iba a dar una gran batalla, aunque a mí también me costara. Yo sabía que en 2 horas no le iba a ganar a Charly Moyá en el Masters. La única manera era moverlo, desgastarlo, y a ver si tenía posibilidades. Hacía lo que podía, y doy gracias porque llegué al número 2. Hice todo lo que pude”.
Corretja estuvo a 224 puntos de ser número uno del mundo. A lo cual respondió: “Tengo 45 años, el sábado cumplo 46. Nunca en mi vida me había enterado que estuve a 224 puntos de Sampras. Como dicen ustedes: ‘Me cagaste la noche hueón’ (risas). Sabía que estaba a dos o tres partidos del número uno en más de una ocasión. Tuve la oportunidad en Melbourne, Indian Wells y Dubai, y siempre estuve muy cerca, pero no me dio para más. Llegué a lo máximo que pude. Ahora que me lo dices me va a entrar un poco de pena y no voy a poder dormir (risas). No lo pienso mucho, porque di todo lo que tenía, no podía hacer más. Habiendo estado a 224 puntos, que ahora me voy a acordar el resto de mi vida, por dos partidos a lo mejor podría haber sido el primer español número uno antes que Charly, que se lo mereció, ¡pero qué quieres que haga si no pude más!. Yo en en Indian Wells 1999 perdí contra Philippoussis estando 6-4 4-1, y luego él ganó Indian Wells. En Dubai perdí con Andrew Ilie 7-6 en el tercero (N. de la R: 12-10 en el tiebreak)”.
Respecto a tener récord positivo contra Rafael Nadal y Roger Federer, señala que “eso es una anécdota. Cambiaría mi carrera por el 10% que tienen Rafa y Roger. A Federer le gané siempre en arcilla, en Roland Garros. A Rafa le gané en Barcelona y Madrid, donde le gané a él en primera ronda y perdí con Roger en segunda, lo que es bastante fuerte. Es más bonito cuando estás en un Grand Slam y ves los récords donde el 95% lo tienen favorable contra cualquier jugador. Y siempre salgo en esa estadística, lo que es gracioso”.
Apostando con Agassi
Sobre la vida de los jugadores de su época, Corretja no tarda en comentar que “Sampras y Agassi se mantenían bastante al margen del vestuario. No hacían mucha vida porque eran los más mediáticos. Prácticamente llegaban al club, entrenaban y se iban. Rara vez los encontrabas en el restaurante. Los demás siempre estaban todos juntos, quedábamos más de entrenar juntos y esas cosas. Agassi y Sampras buscaban personas de otro nivel para entrenar”.
Dentro de esos entrenamientos, el español relata una sabrosa anécdota con André Agassi: “Hubo una vez en Washington que me dijo: ‘¿Te jugarías en este entreno algo de plata? – Vamos a poner 100 dólares en la red y el que gana el set gana los 200 dólares, y el que pierde tiene que entregar la plata’. Entrenamos y yo le gané el set. La diferencia es que él entrenaba y yo jugaba para ganar los 100 dólares de él. El probaba cosas y yo estaba a full. Él era muy competitivo y en Roland Garros me dijo que le debía la revancha. Y le volví a ganar los 100 dólares. A mi me daba lo mismo practicar, yo quería los 100 dólares”.
Una exhibición pendiente en Chile
Corretja revela que tiene una gran relación con los tenistas chilenos de su época. “Con el Chino nos llevamos muy bien. Hemos tenido grandísimos partidos. Tenía un talento fuera de lo común, era súper difícil jugar con él. La única manera de ganarle era volverlo loco, siendo una pared, porque en el tú a tú no podía. Le corría la pelota increíble, su revés le caminaba, los angulitos. Era muy gracioso. Recuerdo que una vez que estábamos en Viena, él había sido padre recién, y vino a la habitación y me dice: ‘¿Quieres conocer a la guagua?’, y vino con la nena, me la presentó y estuvimos un ratito juntos. Nos divertíamos mucho, en alguna ocasión tomamos algo por la noche. Él me ganó la final en Montecarlo el 97 y yo a él en Roma semanas después. Verlo jugar era una pasada, una alegría constante. Daba la sensación que le daba todo igual. Jugaba muy relajado. Hubiera encajado muy bien con su tenis hoy en día”.
“Era un talento descomunal. Quizá le faltó algo más de consistencia física, para que en los Grand Slams llegara con más solvencia en las rondas finales. Ganaba los Masters 1000, pero le faltaba solidez en Roland Garros. Con el nivel que tenía, podría haber ganado algún Roland Garros. Me acuerdo del partido que perdió con Moyá el 98. Pensaba que a 5 sets iba a tener más opciones con el Chino que con Charly. Aún así, con él dependía más de él que de mí, porque tenía diez veces más talento que yo”, agrega.
“Yo me llevo muy bien con Nico y Fernando, me río mucho con el Nico. Massú ha hecho un trabajo tremendo con Thiem. Conoce muy bien el circuito, a los jugadores, es un trabajador incansable. Te genera mucha buena onda, es muy divertido. A mí me decía: ‘Rico entrenar ahora Corretja?”, cuando afuera hacía mucho calor. Con González, que lo adoro al igual que al Chino y Nico, me tocó jugar con él por primera vez en Kitzbuhel. Nunca lo había visto jugar, me dijeron que tiene una derecha espectacular, saca muy duro… no metió ninguna bola dentro. Jugó horrible, años más tarde nos reíamos porque hizo como 15 doble faltas, las derechas las tiraba todas afuera. Empezó a pegar todas las pelotas y no metía ni una. Para mí es una de las mejores derechas que he visto. Una fuerza, velocidad, potencia, era espectacular como quemaba la pelota. Los quiero mucho, hemos sido rivales pero hemos compartido muy buenos momentos, seguimos teniendo amistad y seguimos intercambiando mensajes”.
“Tengo una exhibición pendiente en Santiago con el Chino Ríos. Si todo va bien, será a final de año, en diciembre. La teníamos para junio pero la hemos tenido que posponer. Me voy a tener que poner a entrenar porque sino el Chino es capaz de pegarme un 6-0 6-0. Ojalá podamos disputarla, porque creo que será en el casino”, finaliza.
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