Nicolás Jarry (87°) llega al ATP 250 de Santiago como el número uno de Chile en la antesala de su estreno ante el peruano Juan Pablo Varillas. En conferencia de prensa, el nacional, reciente semifinalista en Río de Janeiro, comentó sus sensaciones de cara a su debut en el torneo que organiza su familia.
En relación a su mejora en el ranking, Jarry indicó que "Me lo tomo como un número. El debut acá es totalmente aparte, y es otro desafío. Estoy feliz por el ranking que tengo, pero estoy concentrado para prepararme lo mejor posible para tratar de jugar el mejor partido posible mañana".
"Va a ser un partido muy bonito, muy intenso, y apretado, porque los dos últimos encuentros han sido así. La diferencia del último partido es que ahora yo estoy en casa, hay que sacarle provecho a eso. Juampi es un gran jugador, un gran guerrero, que se merece estar donde está, por el gran trabajo que ha hecho durante estos años. Será un lindo encuentro, un desafío grande, donde espero seguir jugando y hacer un buen trabajo", añadió respecto a su rival de este martes.
Al ser consultado si su nuevo ranking afectará a su planificación tras el Chile Open, señaló que "Mi calendario no ha cambiado nada, sigue siendo exactamente el mismo. Mi idea en un principio era jugar las Qualys de los ATP, así que siguen siendo los mismos torneos. Esta vez tendré chances de entrar al Cuadro Principal. No hemos conversado con el equipo sobre algún cambio, por ahora el trabajo es competir aquí. No hay más tiempo para preocuparse de otra cosa que del entrenamiento de hoy y del partido de mañana".
"Es un desafío. Son pocos días de adaptación, y la idea es que el tiempo en cancha sea lo mejor posible. No puedo hacer mucho tiempo en cancha porque vengo con muchos partidos encima, así que el objetivo es calidad y no cantidad. Ayer pude jugar una hora en la noche y estuvo bien, y espero que el entrenamiento de hoy sea muy bueno. Más allá de que sea de buena calidad, no depende de mi".
"El cambio de raqueta me ha ayudado específicamente a tener un poco más de control, más de efecto en la pelota, que se traduce en seguridad y en manejo. Y eso al final te va ayudando a confiar más en uno. Fue un cambio muy positivo que hice, y del cual estoy muy contento", finalizó, al ser preguntado por el cambio de raqueta, de la Wilson Ultra a su actual Wilson Blade.
Foto: Ariel Román / Séptimo Game