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Juan Ozón, coach de Nicolás Jarry: "He estado totalmente motivado para empezar el proyecto con él"




El español Juan Ozón (42 años), lleva toda la temporada 2021 junto a Nicolás Jarry como su entrenador. Sin embargo, también lo hace desde el rol de fisioterapeuta, en el que ya había trabajado con jugadores como Andrey Rublev y Karen Khachanov. "Al final, se hacen las dos cosas, un poco como entrenador, como encargado de él y también como fisio. Tengo experiencia como entrenador como también de fisio", señala. En entrevista con Séptimo Game, el coach hispano relata cómo llegó a trabajar al tenista nacional, y qué aspectos busca mejorar para que la cuarta raqueta del país retorne al Top 100


¿De qué forma llegas a la vida de Nico? ¿Cómo se concreta tu llegada?


Fue curioso. Porque antes de Nico, estuve fuera por un periodo de dos años y medio. Tenía una empresa en Londres, que era una consultoría para la Premier League. Estuve asesorando a distintos equipos de la Premier y la Championship, y estaba haciendo tareas ejecutivas. Por diferentes temas, algunos personales, me volví a Barcelona, empezó lo del COVID, y tenía ganas de volver a mis orígenes, a lo que siempre he hecho y amado, que es el tenis. Ahí salió Nico a través de un manager. Hubieron diferentes opciones de diferentes jugadores, no lo conocía mucho, pero me gustó el perfil como persona, porque hablé con él, y el potencial que tenía, y me vinculé con él desde principios de este año.


Me comentabas durante la semana que viste en él un potencial como persona, antes que como jugador.


Para mí, eso es básico. Yo tengo la gran suerte que tengo que escoger un poco lo que hago en la vida. Vengo de estar con Milos Raonic, Karen Khachanov, (Andrey) Rublev, he estado trabajando unas semanas con Fabio Fognini y Kevin Anderson. Y lo que prima es primero la persona, y luego el potencial que veo. Como persona es un diez, tiene muchas cosas a mejorar en su vida que le van a ayudar en su tenis. Yo creo que eso van muy ligados, tenis y vida, y he estado totalmente motivado para empezar el proyecto con él.


Independiente de la derrota contra Báez en semifinales, ¿Qué aspectos a mejorar ves en Nico?


Hay muchos aspectos a mejorar. Desde lo más puro a nivel tenístico, como la gestión mental y emocional dentro de un partido. Durante un partido hago mucho énfasis en la gestión emocional, por como se juega, como se va en cada punto, siempre respetando el plan de juego. A nivel técnico, lo que hemos estado trabajando muchísimo es la movilidad en pista, la continuidad entre pelota y pelota. El que tenga continuidad en todos los puntos, de principio a fin, y que pueda cerrar espacios y buscar diagonales para ser agresivo. Que después del saque esté bien activo para la primera bola, o que pueda sacar y volear. Estamos intentando que integre y que fluya en todo este juego que creemos que le va a dar muchas alegrías a Nico. El trabajo es muy global, y sobre todo al final, el hacer las cosas es un tema de actitud y gestión emocional sobre todo.


Estuviste trabajando con jugadores como Fognini, Raonic, Khachanov, gente que llegó a ser top. ¿Qué diferencia en el día a día hay dentro de la cancha entre jugadores que alcanzan ese nivel y los que se quedan en el Top 100?


Con ellos, Milos, Karen y Rublev, he tenido la suerte de empezar con ellos cuando eran más jóvenes. Algo muy importante es la determinación. Eso quiere decir que tienen claro el objetivo y van a hacer lo que puedan para conseguirlo. Es una diferencia para mí, clave. La perseverancia, cómo lo busca uno, y está claro que la búsqueda es muy importante, y cuantas menos excusas pongamos, mejor, porque al final es un poco la claridad mental lo que te lleva a tu objetivo, y si sigues, sigues y lo persigues, hasta que lo consigues.


¿Qué porcentaje le atribuyes a la importancia mental en el juego?


Es básico. A través de lo mental, cuando uno está suelto mentalmente, y manejas las emociones, el juego fluye. Y lo que buscamos con Nico es que eso fluya, y lo haga de una manera orgánica, que no haga falta pensar tanto, porque ellos ya saben jugar al tenis, si que es verdad que hay que trabajar algunas cosas técnicas o tácticas, pero al final ya saben cómo moverse, y ese movimiento de forma orgánica y natural, siempre está dado por una tranquilidad mental. Además, durante los partidos aparecen diferentes situaciones y problemas, y si uno está tranquilo mentalmente, tendrá más facilidades para saber gestionar estos momentos. Y eso es lo que hacen los buenos. Es esta gestión durante el partido, de las cosas que van pasando.


¿Cómo va esta transición con Nico? Este año partió sin ranking y ya está 200 del mundo, con un jugador que fue 38 del mundo.


Empecé con Nico este año, el 3 de febrero. Estuve dos o tres semanas antes de Concepción, junto con Cristóbal Saavedra, quien le ha ayudado unas semanas durante el año. Como terapeuta, pusimos solución a unos problemas que habían de hombro y rodilla, que le imposibilitaban tener continuidad en sus entrenamientos, y a partir de ahí, con el preparador físico fue mejorando físicamente, fuimos entrenando, y fuimos entrenando a nivel mental. Cada situación, cada torneo y cada día nos han ayudado a mejorar los aspectos que teníamos que mejorar y hemos de seguir mejorando. Al final, es un planteamiento global. Él tiene que estar saludable, y eso consiste en estar bien en lo físico, mental, emocional y espiritual. Y lo último no es que uno crea en Dios o no. Es el objetivo, el propósito que tiene uno. Y al ir teniendo esto, alineado con horas de pista, es la globalidad que lleva al éxito, que lleva a avanzar.


Con Nico, ¿Cómo van trabajando la parte mental? ¿Cómo se trabaja en una persona como él?


Se trabaja desde las más pequeñas cosas. El sábado perdimos con Báez, fue un partido donde se quedó con unas sensaciones no del todo buenas, porque no acabó de buscar las soluciones a problemas concretos. Entonces, el trabajo ahí es analizar, entender, interiorizar y ya cambiar el chip, e ir a por el siguiente, perseguir el siguiente partido. Esto, por ejemplo, es algo que se trabaja en el día a día: En los entrenamientos, en la camilla, en las decisiones que toma en su vida diaria. Lo mental se trabaja en una globalidad, yo creo. Él trabaja consigo mismo en todo esto. Cuanto más él se trabaje como persona, aumentará su entendimiento, su conocimiento, su saber y las soluciones que le pueda buscar a problemas concretos.


Foto: Joaquín Aguilar / Circuito Dove Men+Care Legión Sudamericana

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