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El presente de Jarry: Mitos y realidades



Bueno, a estas alturas todos sabemos que Nicolás Jarry perdió su sexto partido consecutivo en el circuito el martes en la primera ronda del ATP 500 de Acapulco. Su derrota por 7-6 (5) y 7-6 (2) ante Alex “Demon” de Miñaur lo hará bajar cerca del puesto 90° del ranking ATP, ubicación que parece generosa para su récord de 1-6 en 2019 (técnicamente 0-6, y 2-0 en la Copa Davis desde el cambio de año).


En total, Nico ha perdido 10 de sus últimos 11 partidos en el circuito. Es más, el encuentro que ganó lo cerró recién en el tie break del tercer set ante Robin Haase en Doha. Para peor, Jarry no gana en sets corridos desde los octavos de final del ATP 250 de Winston Salem. No bueno.


Muchas teorías y opiniones se han lanzado con respecto a lo que le pasa a Jarry, lo que debió hacer o no hacer en 2018, 2019 y en su pretemporada, y sobre el rol que juega su cuerpo técnico. Por eso, creo que es momento prudente para dar mi humilde versión de cada uno de los “hot takes” que uno puede leer en redes sociales sobre lo que le sucede a Nico en este oscuro presente.


¿MITO O REALIDAD?


1- “Jarry es un levanta muertos”.


Esta es la manera políticamente incorrecta de decir que Nico “le abre la puerta” a sus rivales cuando estos parecen estar casi desahuciados. Lamentablemente, si lo planteamos de una manera más “educada”, creo que es algo bastante cierto.


Como mencioné anteriormente, Jarry no gana en sets corridos desde agosto del año pasado. Eso equivale a 17 partidos consecutivos en que su rival se queda con al menos un parcial. A este nivel, ese margen de error tan minúsculo se termina pagando caro, en especial si recordamos que en 2018 ganó la mayoría de esos partidos apretados.


Todos recuerdan los famosos audios del Chino Ríos sobre Nicolás. En su momento me parecían bastante apresurados, considerando que Jarry venía de hacer una semifinal y una final de ATP en su temporada como novato. Sin embargo, 12 meses después esos comentarios pueden ser catalogados como pertinentes y oportunos.


Nadie dice que Jarry tenga que ganar todos sus partidos con marcadores parecidos a lo que hizo contra Gojowczyk en Hamburgo o Struff en Winston Salem (¿quizá algo lo motiva jugar contra alemanes?), pero el tenis de Nicolás debería permitirle pasar por encima a sus rivales al menos en uno de cada cinco o seis partidos, por decir un número al voleo.


Un ejemplo: ¿Puede perder Nicolás contra Carballés? Por supuesto, si en el tenis las sorpresas son casi la norma. El problema no es ese. El problema es que los tres o cuatro partidos que han jugado siempre terminan siendo batallas de dos horas y media o más. A estas alturas, uno podría pedirle a Nico que gane uno de esos partidos 6-4 y 7-5 sin tanto desgaste, debido a su mayor calidad.


Contra el mismo Carballés en Río tenía todo el ímpetu a favor en el tercer set y lo dejó escapar con algunos errores innecesarios. En partidos de Grand Slam (Donaldson y McDonald) también desaprovechó oportunidades de terminar por liquidar a rivales que parecían estar tambaleando.

A Nico le cuesta jugar bien por períodos largos, lo que es entendible. Quizá el próximo desafío es que, cuando su nivel baje dentro de un partido, pase de “excelente” a “normal” y no de “excelente” a “irreconocible”.


Veredicto: REALIDAD


2- “Martín Rodríguez es un pésimo técnico. ¡Qué se vaya ese chanta!”.


Sí, Martín no ha trabajado con muchos tenistas durante su carrera, y probablemente Jarry sea el mejor de ellos (no contemos a Fernando González en el final de su carrera). De todos modos, no se puede cuestionar que el tipo ha hecho un gran trabajo con Nico, considerando que es un jugador que empezó a jugar tenis a una edad bastante avanzada.


Claro, Martín no es perfecto, pero meter en el Top 50 a Jarry es un gran mérito. Nico tiene armas para aspirar a más, pero si lo comparamos con lo que hacía hace seis o siete años el progreso es impresionante. Hablamos de un jugador que le costaba mucho entender el tenis y que tenía un juego de red casi nulo.


Veredicto: MITO


3- “Este es un año clave para Martín Rodríguez y Jarry”.


Claro, Jarry jamás debería bajar del Top 80-100, pero esta es una opinión bastante respetable. Dejando de lado los resultados como el principal factor, lo importante es ver a Jarry mejorando en ciertos aspectos de su juego. De momento el veredicto sería negativo, aunque se le ha visto más seguro cerca de la red en los últimos dos partidos.


Lamentablemente los cambios que quiere implementar Javier Frana y las constantes derrotas tienen sin confianza a Nico. Con De Miñaur se vio mucho más preciso en sus approachs a la red, aunque todavía le falta mejorar. Además, su devolución y su capacidad de levantar su nivel en los big points están extraviadas.


Veredicto: Podría ser un MITO, aunque en verdad creo que es una REALIDAD, independiente que sigan o no en 2020 y más adelante.


4- “Entrenó en la pretemporada con el ‘malo’ de Roberto Quiroz, por eso no ve una este año”.


Jarry entrenó con Kevin Anderson en diciembre de 2015 y en 2016 tuvo una temporada bastante floja y de transición hasta los Futuros que jugó a final de año en Chile. ¿Qué pasa si entrena con Nadal o con Nole? Uno podría decir que un jugador hasta puede perder confianza entrenando con esas bestias.


Además, no es tan fácil entrenar con el que uno quiera en pretemporada. Con Anderson compartían agencia. Muchas figuras prefieren entrenar con sus equipos (y en privado) antes de jugar las exhibiciones de final de año. En resumen, este no es tema.


Veredicto: MITO


5- “Ganar en dobles ayuda para la confianza”.


Como diría el Profesor Salomón: “¡¡Farso, farso, farso!!”.


¿Ayuda para las buenas vibras? Sí.


¿Ayuda para sentirse bien y positivo” Sí.


¿Los jugadores a veces se intentan convencer que sí los ayuda”. Sí.


Todo bien y lindo, pero si tomamos a un jugador que viene en una mala racha en singles y enfrenta un 5-5 en un tie break, lo que pasó en dobles no vale mucho. Hay que correr de lado a lado, no hacia adelante como en duplas. Los tiros de fondo deben ser planeados de otra manera. Ah, y no hay un compañero a tu lado (Machi, en este caso).


Contra De Miñaur se pudo ver con claridad: para recuperar la confianza realmente, Jarry necesita ganar en singles. Cuando eso llegue, todo va a mejorar.


Veredicto: MITO


6- “Jarry va a tener una buena racha pronto”.


Esto es más una predicción que una opinión, a diferencia de los otros puntos. Para mí, Jarry comenzará a ganar más partidos parejos tarde o temprano, aunque tenga que bajar a los challengers después de Roland Garros. Es verdad que Nicolás no le gana fácil a casi nadie, pero tampoco pierde fácil con frecuencia.


Si bien Jarry ha mantenido su porcentaje de games ganados con el saque en 84 por ciento, ha bajado del 15 al 8 por ciento en los games ganados con la devolución (con respecto a 2018). Sin lugar a dudas, estos son números que dicen mucho (Al contrario, Christian Garin está en 60 por ciento con el saque y 28 con la devolución).


De todos modos, Nico y su equipo necesitan encontrar la fórmula para que en ocasiones juegue un “partido completo”, uno en que entre a la cancha y gane con claridad. Si no lo logran, Nico va a estar en problemas nuevamente, su desgaste mental/físico será mayor, y el trabajo de su cuerpo técnico será justificadamente cuestionado.


Veredicto: REALIDAD.


7- (De 2018) “La Laver Cup lo ayudó mucho. Compartir con Federer y esos cracks será un gran aprendizaje”.


Jarry hizo bien en ir a la Laver Cup, aunque no jugara. Son buenas lucas y siempre ayuda pasarla bien. Sin embargo, con lo que hemos visto queda demostrado que se aprende más peleando un tercer set con Carballés en Umag que ir a un torneo de exhibición que, en lo personal, me prende CERO. (Sé que a muchos los prende bastante, pero veamos qué pasa con este show en 10 años más).


Veredicto: MITO


8- “Jarry no es el mismo desde que empezó Séptimo Game. Lo mufaron”.


Veredicto: MITO. ¿O realidad?

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