Diego Schwartzman no se fue bien de la cancha tras caer en un dramático partido ante Nicolás Jarry en los Octavos de Final en el Chile Open. El argentino, fue despedido con insultos y silbidos del estadio, y debió ser escoltado por seguridad hacia el área de jugadores del Club Deportivo Universidad Católica.
A lo largo del encuentro, ocurrieron las típicas instancias donde el público repetía el canto de "fault" de forma burlesca tras un primer servicio errado, algo instalado en el folklore del tenis sudamericano en general, y que se da especialmente en Copa Davis, y en duelos de importancia en el circuito. El juez del encuentro, el brasileño Rafael Maia, no podía controlar al público, con tímidos intentos de callar a los asistentes, y Jarry debió intervenir en momentos para que el público se silenciara, levantando sus manos entre saques del 'Peque'.
Schwartzman, por su parte, le indicaba al árbitro que no iba a sacar hasta que el público estuviera en silencio, a lo cual en algunas ocasiones recibía aún más pifias. Este intercambio entre los segundos servicios del argentino y el público chileno se comenzó a dar con mayor frecuencia a medida de que llegaba la definición del encuentro, y los "por favor" del juez brasileño no eran suficientes para calmar a la fanaticada.
Otro de los momentos clave en el partido fue una marca realizada por el 'Peque' cuando sacaba 5-6 40-15 en el tercer set, con una devolución de Jarry que se fue larga, y que enviaba el partido a un tiebreak definitorio. El entrenador del nacional, Juan Ozón, le indicó a Nico que la marca que había hecho Schwartzman era distinta a la del punto, a lo que Jarry fue a pedirle a Maia que bajara a revisar, aunque él ya había cantado 'Juego Schwartzman', por lo que no podía hacer mucho. El trasandino se quedó mirando al box de Jarry, donde se encontraba su coach, su esposa y su madre.
Luego de que Jarry jugara un tenis superlativo en el tiebreak, Schwartzman se retiró en medio de los insultos que venían de las tribunas cercanas a la salida del court, y la fila de gente que lo esperaba para una foto, un autógrafo o un saludo. El trasandino acabó siendo escoltado por un grupo de seguridad hacia el Clubhouse de San Carlos de Apoquindo, donde discutió con personal de la organización del torneo y de ATP en relación a lo vivido.
Unos minutos después, llegó a conferencia de prensa, donde explicó lo sucedido post partido: "La verdad es que era un partido hermoso para disfrutar y ver, y fue brutal el momento... sobre todo cuando salí de la cancha. La cantidad de insultos que recibí fue brutal. Fue un partido muy lindo para disfrutar y es hermoso el estar dentro de la cancha. Que te chiflen, te digan algo, pero llega un momento que fue feo, sobre todo cuando salí de la cancha. Cuando termina el partido, tengo que bajar las revoluciones, y al final me tuvieron que sacar entre 6-7 personas de seguridad. No está bueno".
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