Matías Soto, tenista nacional que ocupa el puesto 888° del ranking mundial, cursa segundo año de Relaciones Públicas en la Universidad de Baylor, situada en la ciudad de Waco, donde divide sus obligaciones académicas con la competencia, debido a que defiende a la casa de estudios en la División I de la NCAA, la máxima categoría del tenis universitario norteamericano.
Desde Estados Unidos, el jugador de 21 años reflexiona con Séptimo Game sobre su recorrido en el tenis, que inició en Copiapó y que lo tuvo de manera breve en la prestigiosa Academia de Nick Bollettieri. Además, comenta su actualidad y sus anhelos después de concluir su carrera universitaria.
En tus comienzos, entrenaste en el Club de Tenis Paipote. ¿Cuáles son tus recuerdos de esa época y quién fue tu principal influencia para que te desarrollaras en este deporte?
Tengo excelentes recuerdos, fue una etapa muy importante ya que aprendí a amar el tenis, aprender lo que es la competencia y a desarrollar la pasión que tengo por el tenis.
La persona que más me influenció fue mi profe Mario Gómez, él era el entrenador en ese momento en el club y fue él quien me hizo aprender muchas cosas, él fue quien les dijo a mis padres que debería seguir por este camino ya que tenía potencial desde muy chico. Realmente fueron momentos increíbles y donde aprendí muchísimo.
¿De qué manera ayudó en tu progreso tu estadía en la Academia de Nick Bollettieri?
Fue un proceso corto (cuatro semanas a partir del 18 de abril de 2017) pero que me ayudó mucho para el futuro. Tuve la oportunidad de entrenar y de ir a Europa a competir con el grupo de la academia, donde pude ver lo que es estar relacionado con jugadores de gran nivel y que tienen otra mentalidad a la hora de competir y entrenar.
También, tuve la oportunidad de entrenar con Kei Nishikori, que, aunque fue solo una vez, fue una experiencia que nunca olvidaré. Fue una época importante ya que pude entrenar a un alto nivel y siempre es importante ser reconocido y considerado por una de las mejores academias de tenis en el mundo.
¿Cómo defines la oportunidad de representar a la Universidad de Baylor en el circuito NCAA?
Competir en el circuito universitario es increíble, he tenido experiencias inolvidables y estoy ansioso por lo que me espera en el 2021. Amo Baylor y cada día que entreno es para mejorar y así poder ganar el título nacional con el equipo. Sería un sueño y entreno duro para poder lograrlo.
Integraste el equipo de Copa Davis en el repechaje ante Suecia, ¿cómo describes esa experiencia?, ¿alguna apreciación que te haya entregado Nicolás Massú sobre tu estilo de juego?
Fue una semana donde aprendí muchísimo. Aunque no tuve la oportunidad de competir, el estar relacionado junto al cuerpo técnico y los jugadores, me dio un plus en mi carrera, fue increíble presenciar una serie de Copa Davis desde adentro y no como un espectador. Massú valoró mucho mi trabajo durante la semana, vio que tengo un juego agresivo y que puedo llegar a jugar bien en cancha dura.
Aunque no tuve muchos días para adaptarme a las canchas, ya que llegué un par de días después del equipo a Suecia, el estar entrenando todos los días en cancha dura hizo que mi adaptación sea un poco más rápida y cuando llegó el día de competir, me sentía listo si es que me tocaba jugar.
Anteriormente, tuviste que lidiar con algunos problemas económicos para sostener tu carrera, ¿tu beca en EE. UU ha atenuado esta situación?
Los problemas económicos siempre han estado en mi carrera y trato de lidiar con ellos de la mejor forma posible. Mi beca universitaria no se vio comprometida, pero sí mis competiciones fuera del circuito universitario fueron afectadas.
Cuando finalices tus estudios, ¿contemplas realizar la transición al profesionalismo?
Claramente. Todavía tengo dos años restantes en la universidad, donde pretendo aprovecharlos al máximo y competir en el circuito profesional lo más que pueda. He entrenado y competido por tanto tiempo que me merezco una oportunidad en el circuito profesional cuando termine mis estudios, espero graduarme y obtener mi diploma para así dedicarme a competir en el profesionalismo al 100%.