Una de las escenas más tristes en la arcilla de Roland Garros. Estaba siendo una durísima batalla, pero terminó de la peor forma posible. Alexander Zverev debió retirarse en la semifinal del Abierto de Francia, cuando caía por 7-6(8) y 6-6 ante Rafael Nadal, luego de doblarse su tobillo derecho, que se trabó en la arcilla cuando buscaba devolver una pelota.
Tras golpear con su derecha, el tobillo del germano se dobló de fea forma y Zverev cayó al piso gritando de dolor, y en lágrimas. Nadal y el equipo médico de Roland Garros acudieron rápidamente para revisar cómo estaba el germano, que no podía pararse por sus propios medios.
El alemán debió ser llevado en silla de ruedas al sector de primeros auxilios para ser tratado y ver si podía regresar a la cancha a disputar el tiebreak del segundo set. Junto con Nadal, Zverev retornó a la Philippe Chatrier en muletas bajo la ovación del público, para informarle al juez de silla Renaud Lichtenstein de que no podía continuar, abrazando al español antes de volver a abandonar el estadio.
De esta forma, Nadal accede a su 14° final en París, donde buscará la misma cantidad de títulos ante el ganador del duelo entre Casper Ruud y Marin Cilic.
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Foto: Adam Pretty / Getty Images